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Son muchas las historias sobre hoteles y hostales en Valencia pero ninguna como la ocurrida en este hostal en Valencia.

A mediados del siglo XX se alojó en el Hostal un joven llamado Carlos, atraído por la calidad del servicio y el buen precio de las habitaciones. Al entrar encontró en recepción a una joven italiana sentada y dormida sobre su propio regazo que al oír los pasos de Carlos despertó. Carlos pidió una habitación aunque quería una para él solo, en la que no tuviera que compartir. La amable recepcionista le indicó que sólo disponía de una de este tipo pero le advirtió que ningún cliente la quería desde que un forastero llamado John se suicidó en esta habitación hacía unos años.

Una leve sonrisa se esbozó en la cara de Carlos que haciendo caso omiso a las advertencias de la recepcionista pidió la habitación de John. Cayó la noche en Valencia y Carlos exhausto decidió irse a dormir. Cuando parecía que su sueño se hacía más profundo un susurro llegó a sus oídos “¡¡Carlos, Carlos, Carlos!!” se despertó buscando en la habitación al emisor de sus palabras pero no vio a nadie. Volvió a dormir y al cuarto de hora otra vez las mismas palabras en un tono cada vez más grave: “Carlos, Carlos, Carlos…” se levantó algo atemorizado y se dirigió al baño y asustado observó la cara de un joven en el espejo. Se dio la vuelta y al ver al joven en su habitación le preguntó quien era y que hacía en su habitación y este contestó “Soy John” la cara de Carlos se desencajo rápidamente, John continuo “esta es mi habitación ¿que haces tú aquí?”

Carlos apenas podía articular palabra, sus labios estaban paralizados por el terror, John dijo “me has faltado al respeto, no deberías haberte alojado en esta habitación y por ello morirás” sin apenas tiempo para reaccionar John se acerco rápidamente a Carlos con un cuchillo en la mano, Carlos sólo tenía dos opciones: esperar a que John le acuchillará o saltar por la ventana al vacío, sin pensar, casi por puro instinto de supervivencia Carlos saltó al vació cayendo frente a la entrada del hostal, con todos los huesos quebrantados y sabiendo que sólo le quedaban unos instantes de vida, desde el suelo, observó en la ventana de su habitación a John sonriente, hasta que poco a poco su figura se fue desvaneciendo en la oscuridad.

Moraleja: no duermas solo a ver si te encuentras a John, y si tu compañero se llama John cámbiate de habitación.

Ven a nuestra fiesta de Halloween en el hostal Home Backpackers Hostel y quizá te encuentres a John ¡¡cuidado!!