Si estás en Valencia y ya has comido suficientes paellas y  paseado por el centro mil veces, es probable que pienses: «¿Y ahora qué hago?»  

Tranquilo, porque la ciudad tiene un lado más rebelde, más colorido y más fotografiable que te está esperando. 

Olvídate del típico tour y descubre algo diferente, donde los muros hablan (literalmente) y el arte no se cuelga en galerías, sino que te sorprende en cada esquina. 

Aquí no hay exposiciones aburridas ni carteles que dicen «No tocar». Valencia es un lienzo gigante al aire libre donde cada graffiti tiene una historia que contar.  

Y lo mejor de todo: está en constante cambio. Lo que hoy es un retrato impresionante de Frida Kahlo, mañana se convierte en un alien psicodélico (porque el arte urbano es así, impredecible y genial). 

Por ejemplo, el barrio de El Carmen es como un parque temático para los amantes del street art. Ruzafa, por su parte, mezcla arte con un rollo más hipster, donde cada sitio parece sacado de un editorial de moda. Y si crees que eso es todo… Hay auténticas joyas ocultas esperando ser descubiertas. 

Así que agarra tu móvil (porque vas a querer hacer muchas fotos), ponte unas zapatillas cómodas y prepárate para un paseo donde cada esquina es un golpe de creatividad.  

Guía para disfrutar los graffitis de Valencia 

Pasear por el barrio del Carmen es como meterse en una película donde cada pared tiene algo que contar y el guion cambia cada semana.  

Como ves, lo mejor (y lo peor) del arte urbano es que está en constante transformación, por lo que cada paseo es único e irrepetible.  

Nosotros, en nuestro intento de mostrarte todo, optamos por crear una ruta que mezcla murales épicos con los rincones clásicos de la ciudad. ¿Quedarán cosas por ver? Seguro. ¿Merece la pena hacerla? Sin duda, sí:  

Por lo tanto, empecemos con la joya de la corona: Stop War Victim’s Wall de Fasim. Esta obra no es solo un mural, es un grito contra la guerra y una sacudida de conciencia en plena plaza.  

Si te fijas bien, verás cómo el estilo de Fasim mezcla lo abstracto con lo figurativo, dejándote con la sensación de que estás frente a una obra que cuenta más de lo que parece a simple vista. 

Pero la cosa no acaba ahí. Levanta la mirada y descubre la locura: un coche cayendo desde la azotea de un edificio. No, no es un accidente en directo, es una de las obras más icónicas de Escif, el Banksy valenciano. Este artista, conocido por su estilo minimalista y mensajes potentes, ha dejado su huella en ciudades de todo el mundo. 

Y como guinda del pastel, tenemos a Blu, otro peso pesado del graffiti internacional. Su obra en la plaza representa a Moisés con una barba hecha de serpientes. ¿Qué significa? Bueno, aquí cada uno saca sus propias conclusiones, pero la crítica política y social es una constante en su trabajo.  

Sí, sí, has leído bien. No es un error ni una exageración, es una bestia felina envuelta en llamas y mide tres pisos de altura. Obra de Xelon XLF, este mural es todo un símbolo del street art en Valencia y un recordatorio de que aquí las calles no tienen nada de aburridas. 

Ahora, sigue caminando y en cuanto gires por la Carrer Sant Dionís, te topas con una pieza que parece sacada de la última entrega de Mad Max: una momia futurista firmada por el valenciano Deih. Su estilo es inconfundible, con personajes de otro mundo, colores eléctricos y una vibra que mezcla cómic, ciencia ficción y un toque de existencialismo. 

Pero espera, que lo mejor aún no ha llegado. Un caballo tirado por caracoles. Sí, otra escena surrealista cortesía del artista italiano Ericailcane, famoso por sus murales que parecen ilustraciones de cuentos extraños. Aquí, su toque narrativo y su estética vintage crean una imagen que, cuanto más la miras, más te atrapa. 

Y por si fuera poco, te toparás con una obra que te hará detenerte por un momento y sonreír: el retrato de una chica con una taza, obra de Xolaka. Aquí el realismo se apodera de las paredes, creando una atmósfera que es, por un lado, acogedora y por otro, profundamente intrigante.  

Pero Carrer de Na Jordana no es solo para los fanáticos del arte urbano. A lo largo de la calle, vas a encontrar pequeñas tiendas, cafés y bares con un ambiente relajado, ideales para hacer una pausa y charlar con amigos. 

¿Cómo lo hizo? En lugar de colgar una lona con sus fotos (que hubiese sido lo fácil), llamó al artista Zíngaro y juntos comenzaron a darle una nueva vida al lugar. Fue así como nació la ahora conocida Calle de los Colores, un rincón repleto de arte, donde las fotos de Calza se transforman en murales. 

¿Lo mejor de todo? Uno de los graffitis más impresionantes de esta calle tiene 60 metros de longitud y es una colaboración de varios artistas. Entre ellos, encontrarás la icónica obra de Luis Lonjedo, que inmortalizó el famoso beso de Valencia.  

¿Sabías que ese beso no es solo una obra de arte? Es una historia de amor en forma de graffiti. Lonjedo se inspiró en una foto «robada» de una pareja besándose en la estación London Bridge en 2012, y la transformó en su obra maestra dentro de este proyecto tan especial, llamado «Prohibido no besarse». 

Pero aquí no acaba todo. Si te molan los estilos realistas, también encontrarás a Deih con su impresionante obra «Puente en Venecia», un mural que refleja la mezcla perfecta entre técnica y emoción. Es uno de esos trabajos que te hace pensar, «¿cómo lo hizo?» 

¿La has visto? Imagina una niña pequeña, con una melena al viento (y que cambia de color en cada mural, como si fuera un camaleón del arte). Esta figura se ha convertido en la firma de Julieta.  

De hecho, tiene un toque japonés que te transporta a otro mundo. Si no has pasado aún por aquí, te estás perdiendo un pedazo de la magia de la ciudad.  

Lo que llama la atención, y lo que te va a hacer sonreír, es que aquí te esperan unos personajes bastante peculiares.  

¿Ninjas? ¿Ladrones? La verdad, no estamos seguros, pero lo que sí sabemos es que son una figura que aparece en más de una pared de la zona. Estos simpáticos personajes, con sus trajes negros al más puro estilo «misterioso», son parte de las obras del artista David de Limón.  

Lo curioso de estas creaciones es que parece que siempre están observando desde las sombras, como si estuvieran esperando a sorprenderte. 

Pero no te dejes engañar por su aire de «misterio», que en el fondo estos graffitis tienen algo muy especial: son una invitación a ver la ciudad con otros ojos.  

Esta chica del mar no es solo un dibujo bonito, sino que refleja ese mundo urbano que convive entre lo moderno y lo tradicional de Valencia. Y no olvides que estás justo al lado de la histórica Lonja de la Seda. 

Ahora, no te limites a solo observar esta pintura. Piensa en el contexto: este tipo de graffitis no solo es arte callejero, sino una forma de expresión que se conecta con la gente, sobre todo con los que buscan algo más allá de lo convencional.  

Recuerda, el arte urbano tiene algo especial: no es solo para mirarlo, es para sentirlo.  

Pero espera, que la cosa no termina ahí.  

Si hablamos de graffitis en Valencia, el barrio del Carmen es el rey indiscutible, el epicentro del arte urbano, la meca del spray.  

Pero, ojo, que no es el único rincón donde las paredes cobran vida. En pleno centro, los barrios de Mercat y Velluters también tienen lo suyo, con murales que aparecen donde menos te lo esperas. 

Pero si de verdad quieres jugar a ser un explorador del graffiti, toca salir más allá de las antiguas murallas de la ciudad.  

En Ruzafa, los graffitis conviven con cafeterías modernas y un ambiente hipster que le da un rollazo increíble. Y si sigues hasta El Cabanyal, te toparás con arte urbano con sabor a mar, entre casas de colores y el aroma de la brisa mediterránea. 

Así que ya sabes, si tienes tiempo (y ganas de flipar con el talento callejero), prepárate para un safari urbano donde las paredes te hablarán a todo color.  

Descubre Valencia con Home Hostels

Y así, después de haberte perdido entre los colores y las formas de los graffitis más alucinantes de Valencia, ¿te atreves a descubrir más?  

Porque, como ya sabes, esta ciudad no es solo sol y playa, es un auténtico lienzo que respira arte por cada esquina. Barrios como el Carmen, Ruzafa o el Cabanyal no son solo un mural tras otro: son gritos de creatividad, historias callejeras y una invitación a adentrarte en una ciudad que siempre tiene algo fresco y sorprendente. 

Entonces, ¿por qué no descansar en un lugar donde el arte, el buen rollo y la buena compañía estén a la orden del día? 

Te proponemos que, tras tu aventura de graffitis, te relajes en Home Hostels Valencia. Un sitio lleno de color, donde podrás descansar y hacer amigos de todo el mundo. 

Ya sea en nuestras terrazas con vistas o en los salones llenos de buena vibra, siempre encontrarás el rincón perfecto para compartir risas, historias y planes. 

Así que no lo pienses más, haz tu reserva con tiempo y prepárate para sacarle el jugo a la ciudad.